10 de noviembre de 2022
El 94% de los españoles afirma tener menos dinero a fin de mes, según un estudio de AXA Partners
- El 82% ahorra más en el supermercado y un 79% va menos a restaurantes.
- El 72,5% ha cambiado su forma de desplazarse por la subida de los carburantes.
- Al 71% le preocupa la factura energética y un 79% usará menos la calefacción este invierno.
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AXA Partners acaba de presentar el estudio “Diseccionando la inflación en España” para determinar la percepción que los españoles tienen ante la problemática del incremento de la inflación en nuestro país y cómo está afectando, tanto a sus hábitos de consumo y ocio como a la capacidad de ahorro de las familias, entre otras variables.
El estudio cuenta con dos partes; por un lado, un análisis de la situación a cargo de expertos en economía y, por otro, los resultados de una encuesta de percepción realizada entre la población general. La encuesta, elaborada por Netquest durante este mes de octubre, ha abordado una muestra de 1.000 personas residentes en España de entre 18 y 65 años, con el fin de tener una visión completa del sentimiento de la población ante este problema en diferentes rangos de edad y situación socieconómica.
Según el estudio “Diseccionando la inflación en España” presentado hoy, en los últimos seis meses, un 94% de los encuestados afirma tener menos dinero a fin de mes y más de un 50% comenzó a notar el incremento de los precios durante el primer trimestre de 2022. Además, un 71% considera que el precio de la luz (y un 70% que la guerra de Ucrania) son los factores que más han influido en la escalada de la inflación. Por su parte, el 99% ha notado cambios en los precios de su vida diaria en los últimos seis meses.
La vida se ha encarecido y los consumidores lo han notado en su bolsillo. Es la principal conclusión de la encuesta realizada por AXA Partners en octubre de 2022. Según los resultados, el incremento de precios empezó a notarse en el primer trimestre del año en todas las rentas y edades, y ha influido de forma relevante en los hábitos de compra, ocio, ahorro y transporte de los españoles. Los consumidores comprenden las razones del proceso inflacionista y se muestran especialmente preocupados por el precio de la energía. Aunque por el momento no necesitan hacer uso del crédito para sus pagos habituales, reconocen que la capacidad de ahorro y el dinero disponible han disminuido considerablemente.
En concreto, los españoles están especialmente preocupados por los precios disparados de la energía. Estas son algunas de las conclusiones que se extraen del estudio “Diseccionando la inflación en España” que ha llevado a cabo el área de Credit Lifestyle & Protection de AXA Partners para analizar desde una doble vertiente, la opinión de los expertos y la percepción de los consumidores los efectos colaterales que está teniendo la inflación en España.
Hábitos en el uso de energía en el hogar: Los españoles muestran preocupación por las facturas energéticas
- Una amplia mayoría de los españoles están preocupados por el consumo y coste de la energía en el hogar. De hecho, el 71% lo está por sus facturas de luz y gas: un 70% ya redujeron el uso del aire acondicionado en casa durante los meses de verano y el 79% se plantea usar menos la calefacción durante el invierno.
Hábitos de compra de alimentos y bienes: Más ofertas y marcas blancas y menos compras en ropa y zapatos
- El 82% de los españoles ha cambiado su forma de comprar en el supermercado, independientemente de su renta: un 51% asegura que dedica ahora más tiempo a buscar ofertas, un 48% a elegir marcas blancas y un 33% prioriza en packs de ahorro.
- Además, en los últimos seis meses, el 76% ha cambiado su forma de comprar ropa y zapatos, por lo que un 51% compra menos cantidad, y el 37% solo lo hace en ofertas y rebajas.
Ocio: la restauración, la principal damnificada
- El 67% de los españoles asegura haber cambiado sus hábitos de ocio a causa del aumento de los precios, lo que muestra que los restaurantes han sido los principales damnificados del segmento ocio ya que el 79% visita restaurantes menos a menudo. Además, el 57% de los españoles ha reducido la frecuencia de sus viajes y el 55% sale menos de noche.
- Por otra parte, el ocio digital (plataformas de streaming) parece no haber notado los efectos de la inflación, el 90% no se ha dado de baja aún, pero prácticamente la mitad de los encuestados (46,6%) contempla la opción de hacerlo en caso necesario.
Hábitos en el transporte: Los españoles aparcan el coche por la subida del precio de los carburantes
- El 51% de los encuestados asegura usar menos su coche debido al aumento desmesurado del precio de la gasolina. Un 14% prefiere optar por el transporte público y todavía una muestra pequeña (8%) apuesta por otros medios más ecológicos como ir a pie o en bicicleta.
La inflación frena el ahorro
- A pesar de que el 60% de los españoles asegura ahorrar una parte de sus ingresos de forma habitual, el aumento de la inflación esta reduciendo su capacidad de hacerlo. El 80% manifiesta haber tenido que apretarse el cinturón en los últimos seis meses, pero sin traspasar su capacidad para hacer frente a las facturas.
- Las rentas más altas se muestran más proclives al ahorro (76%) frente al 51% de los de renta más bajas. El 74% de los jóvenes entre 18 y 24 años son los que muestran mayor voluntad para ahorrar, un hábito que disminuye a medida que aumenta la edad.
El crédito apenas siente los efectos colaterales de la inflación
- El 31% manifiesta haber notado un incremento en el tipo de interés de sus créditos y, aunque la situación general no parece haber influido en las decisiones importantes de compra (el 63,5% así lo afirma), un 25% sí indica haber aumentado el uso de la tarjeta de crédito para compras o pagos. Por el momento, tanto el crédito al consumo como el crédito para compras habituales permanecen fuera de los planes de los consumidores.
- A este respecto, el 90% no ha necesitado pedir ningún crédito al consumo para hacer frente a sus pagos diarios, el 84% no se plantea hacer uso de crédito a corto medio-plazo para hacer frente a los pagos de vida diaria, el 69% no ha notado en el pago de sus créditos el incremento de los tipos de interés y el 64% no ha cambiado ninguna decisión de compra en los últimos 6 meses.
“El repunte de la inflación ha sido global, muy significativo y continuará siendo persistente en los próximos meses, lo que lo convierte en uno de los mayores condicionantes de la evolución económica en España. Las razones de la inflación son diversas y combinan factores de oferta y demanda. Estos factores incluyen el alto precio de las materias primas en los mercados internacionales y el estrés en las cadenas de producción, lo que está provocando una aceleración en los precios de la compra, el ocio, la restauración y el turismo; a lo que se añaden las subidas -también muy significativas por su intensidad y persistencia- de los precios del gas y la electricidad”.
En el estudio realizado por AXA Partners se ha contado con un análisis de la situación a cargo de 8 expertos en economía entre los que destaca Aida Caldera Sánchez, Jefa de división del Departamento de Economía de la OCDE quien pone de manifiesto que “se necesita apoyo fiscal para ayudar a amortiguar el impacto de los altos costos de la energía en los hogares y las empresas y que éste debe ser temporal y concentrado en los más vulnerables”. Asimismo, cree que “el mercado laboral europeo ha sido hasta ahora resistente y que es probable que la alta inflación general combinada con un mercado laboral ajustado conduzca a salarios más altos en Europa”.
De cara a los próximos meses, el deterioro de las perspectivas de los hogares está provocando un ajuste a la baja en sus planes de gasto en bienes de consumo sobre todo en las familias de rentas más bajas. Hasta la fecha el impacto ha sido moderado en las condiciones aplicadas al crédito bancario ya que los costes medios de los nuevos préstamos así han sido. Pero se debe tener en cuenta que el endurecimiento de las condiciones de financiación puede incrementar la presión financiera soportada por algunas empresas. Y se estima, que la proporción de familias con deuda que pasaría a tener una carga financiera neta elevada, aumentaría en casi cuatro puntos porcentuales.